A medida que los requisitos de seguridad y aligeramiento para los vehículos de nuevas energías alcanzan niveles sin precedentes, las fibras de alto rendimiento se están convirtiendo en un elemento clave en el diseño de baterías. La fibra de aramida, en particular, desempeña un papel indispensable gracias a sus excepcionales propiedades.
Relación resistencia-peso superior: La resistencia específica de la fibra de aramida es más de cinco veces superior a la del acero. Las carcasas de batería reforzadas con compuestos de aramida reducen significativamente el peso, a la vez que cumplen con los estándares de pruebas de choque extremas, lo que contribuye directamente a una mayor autonomía del vehículo.
Excelente resistencia térmica y resistencia al fuego: En caso de fuga térmica, los materiales de aramida pueden soportar altas temperaturas durante un período prolongado, lo que ralentiza eficazmente la propagación de la llama y proporciona un tiempo de escape crítico. Esto los convierte en un material clave para las barreras térmicas y el aislamiento dentro de los sistemas de baterías.
Perspectivas futuras: Los expertos del sector creen que, a medida que se optimicen los costos de producción de aramida y avancen los procesos de moldeo de compuestos, las soluciones híbridas que combinan aramida con fibras de carbono y vidrio se convertirán en la vía técnica estándar para los sistemas de baterías de próxima generación.